"Antigravedad", un anticipo del segundo disco de Camil Holms

Como anticipo de su segundo disco, la cantante Camil Holms presenta “Antigravedad”, una canción con aires nostálgicos y melancólicos y que se aleja de los riffs rockeros del anterior material pero que conserva la oscuridad que caracteriza al proyecto.

«La idea fue crear un puente entre el primer disco y el segundo, que se encuentra en etapa de producción. Hoy estoy vibrando musicalmente en esta sintonía y siento que el single me ayudó a explorarme desde un lugar donde sigue habiendo oscuridad, pero de otro tipo», describe la cantante y bajista Holms sobre este nuevo tema y agrega: «Se compuso hace unos dos años. Quería incluirla en el primer EP, pero sentía que merecía ser un single. Me tomé el tiempo de darle un buen cierre general, desde la letra hasta los climas y la instrumentación. El hecho de elegir a Nicolás Btesh como productor le quedó como anillo al dedo».

Siendo “Antigravedad” menos rockera que el EP debut, y con bases de pop bailable, ¿es una especie de anticipo a lo que será el nuevo álbum?

La canción es nostálgica y melancólica, quizás el tempo y el desarrollo nos hace pensar en algo más pop pero su esencia es cien por ciento oscura. Me encuentro en etapa de composición y producción, junto a Fernan Mareque, de un segundo disco que verá la luz en 2020, donde el concepto sigue siendo super oscuro, más minimalista. Es la vereda de enfrente del primer álbum. Se trata de canciones viscerales con beats electrónicos, acompañado de bajos con fuzz, guitarras gigantescas de reverb, mucha carga de sintetizadores y máquinas. Las influencias que actualmente me inspiran son Vok, Sevdaliza, FKA Twigs,Fever Ray, the XX´s, y por supuesto Portishead.

¿Qué otras cosas te inspiran a sentarte a componer?

Intento que la composición sea parte de mi rutina, ejercitarla día a día para no caer en bloqueos que pueden convertirse en meses de meseta creativa. Generalmente prefiero componer de noche o los días de lluvia. Encuentro en esos momentos algo sumamente inspirador, motivador y relajante que me pone cara a cara con sentimientos interesantes para volcar en una letra o composición.

¿Qué beneficios sentís que tiene ser una artista independiente y con qué dificultades te encontrás?

Ser artista independiente puede ser muy cuesta arriba. Lo bueno es que al ser independiente todas las decisiones las toma uno, sin importar si son buenas o malas (Risas). Las dificultades son diversas. En principio, el factor económico, la constante inversión de desarrollar nuevos contenidos. Todo depende de un motor interno que, como todos los proyectos freelance y autogestionados, suelen ser agotadores y estresantes psicológicamente. Pero lo hermoso de todo esto es que, pese a la cantidad de obstáculos e incertidumbres, jamás se pierde la convicción y se gana más fortaleza.

¿Qué balance personal hacés de 2019 y qué planes hay para los primeros meses de 2020?

Encuentro en este año una gran maduración personal y musical. Sirvió para soltar lo que no sumaba, reacomodar las piezas, ajustarlas y dejarlas listas para que la rueda gire sin frenos. El hecho de estar generando contenidos hace que la rueda siempre permanezca activa. Un año mucho más positivo que el 2018. Mis expectativas para 2020, en principio sacar a la luz el segundo álbum, en el cual tengo muchas convicciones y expectativas de qué va gustar muchísimo. Obviamente, poder expandirme con más shows y giras por todo el país y sus alrededores.