#Cronica Las Taradas y una fiesta con amigues en el Xirgu

Las Taradas se reencontraron con su público en el Teatro Margarita Xirgu – Espacio UNTREF. Con visitas de lujo, las dosis de humor que acostumbra el octeto y un generoso despliegue musical, presentaron Le Tarade de mi vida, un show inolvidable que brilló con intensos tonos verdes. Corriendo la Voz estuvo presente y te acerca algunas impresiones de la noche.

La sala se había poblado y minutos antes de las diez, Las Taradas ya coreaban su plegaria a Babalú, en una de las recientes incorporaciones a su repertorio que mezcla composiciones propias con canciones recuperadas de casi un siglo atrás. Paula Maffía alentaba a un público tímido a que se ponga de pie y comience a moverse al son de los ritmos latinos que bajaban del escenario.

La orquestina, dispuesta en semicírculo de cara a la audiencia, se completaba con Lu Martinez (bajo y contrabajo), Lucy Patané (tal vez la mejor violera de la escena actual), Ana Sol Torroixa (congas y timbaletas), Nati Gavazzo (percusión), Jeanette Nenezian (trompeta), Marcela Galván (clarinete y saxo tenor) y Rosario Baeza (violín). Todas ellas intercalando la voz principal con Maffía (que también alternó entre ukelele, maracas y acordeón) y oficiando de maestras de ceremonias, intercambiando chistes y haciendo que cada momento entre tema y tema no sea un simple bache.

La plegaria “Yo le quiero pedir a Babalú / aborto gratuito, legal y seguro” fue suficiente para terminar de despertar al público, en el que resaltaba una buena cantidad de pañuelos verdes de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, uno de los tópicos de los que se habló tanto arriba como abajo del escenario. Con ese comienzo, bien hacíamos en suponer que lo que seguía iba a ser aún mejor.

PH Caro Pedace (FB/CaroPedaceFotografia – IG/CaroPedace)

En sus redes sociales, Las Taradas se habían encargado de anunciar la presencia de invitadas e invitados. La primera en sumarse fue Flopa Lestani, para formar ese potente dúo de voces con Maffía y que suene la ‘versión tarada’ de You’re The Boss, de Elvis. Minutos después, quien subía para Some of yours era Benito Cerati, también recibido y saludado con una fuerte ovación por el público que había copado el Xirgu.

El humor y el amor llenaban el teatro de San Telmo: sonó Copando Copacabana que le ponía son y preparaba el cuerpo para la fiesta que se venía. Siguió Oro y Plata para traer la poesía de Homero Manzi y también, lamentar que el gran Osvaldo Peredo no pudo ser de la partida de los invitados por un problema de salud. Llegaron los lamentos festivos con En Bancarrota y se desató la alegría en los cuerpos que no paraban de bailar.

PH Caro Pedace (FB/CaroPedaceFotografia – IG/CaroPedace)

Lo que quedaba era una sorpresa tras otra: la participación de Ivonne Guzmán (voz de La Delio Valdéz, ex- Bandana) para La Preferida y su irrupción en Santa Marta para corregir eso de que “las mujeres bogotanas / las mujeres colombianas / no saben ni dar un beso / en cambio las españolas besan que es un embeleso”, y como buena bogotana reafirmó “las mujeres colombianas sí que saben dar un beso / en cambio las españolas besan cualquier adefesio”. Junto a Torroixa y Gavazzo apareció otra melena, la de Andrea Álvarez, una de los iconos de la música nacional, dándole con su potencia característica a las timbaletas y congas.

La frutilla del postre, antes de los bises, fue tal vez el hit por el que buena parte del público llegó por primera vez a Las Taradas. “Esto se repite después de seis, siete años”, dijo Paula Maffía celebrando la llegada de Miss Bolivia para poner algo de Bien Warrior en el medio de Que no, que no: “voy a seguir poniendo todo el tiempo cumbia / porque para mí es necesario”. El video de YouTube, que registra una de las últimas ocasiones de esta cumbre, tiene más de cuatro millones de visitas. Como para no celebrarlo.

PH Caro Pedace (FB/CaroPedaceFotografia – IG/CaroPedace)

Boleros, jazz, sones, enganchados de cumbias clásicas: el repertorio de Las Taradas puede ser variado pero su propuesta es clara. Un trabajo de producción musical notable, una interpretación prolija y potente, que incluye un despliegue de destrezas en cada una de las músicas (además de la indiscutible Patané, podríamos mencionar cómo Lu Martinez maneja el contrabajo o Marcela Galván brilla cada vez que quiere hacerlo, siendo injustos por no nombrar a todas las demás), y una cuota de humor fundamental, tanto en sus composiciones como en las piezas seleccionadas y en el diálogo que proponen desde el escenario.

El coro de despedida no podría ser otro: “aborto legal / en el hospital”. Las Taradas fueron parte de la vigilia del 13 de junio, horas antes de que la Cámara de Diputados diera media sanción a la legalización del aborto. Además de esa lucha que sigue dándose, Maffía adelantó a este medio que en 2018 podríamos conocer un nuevo material de Las Taradas, lo que sería su tercer disco de estudio y el sucesor de Sirenas de la Jungla. Después de este show, la expectativa sube: queremos más.