Llegó el viernes y después de algunos chaparrones De La Gran Piñata se presentó en el mítico Teatro de Flores para hacernos sentir todo lo que expresan a través de las canciones de sus tres discos. Ya nos habían adelantado que su show sería “muy intenso”, pero este adjetivo les quedó chico. La efusividad, la magia y la reflexión estuvieron en el ambiente del recital.
Las sorpresas aparecieron desde el principio de la fecha. Mientras atardecía en las calles porteñas y muchos fanáticos hacían la previa, Pantera, voz de la Piñata, subió al escenario y cantó “Norte” para los pocos ansiosos que se encontraban en el lugar. Luego La Triple Nelson, un trío uruguayo rockero y poderoso, nos deleitó con un show de una hora, que hasta incluyó un cover de Sumo: “Mejor no hablar de ciertas cosas”.
Eran las 21hs y De La Gran Piñata salia a escena con Quizás Así, esa chacarera rockera que nos hace estremecer desde lo más profundo. Las 24 canciones que repasaron toda la discografía (Miércoles, Viaje al centro de uno mismo y El equilibrio entre los opuestos) fueron las verdaderas protagonistas de la noche. Tu Can, Puta y Montaña Rusa siguieron con un show que de a poco iba entrando en calor.
Mucha gente fue por primera vez a verlos entonces Pantera, en nombre de toda la banda, les dio una cálida bienvenida. Segundos después, se escucharon los primeros acordes del tema De Bar en Peor, para pasar a Canción de Cuna y, finalmente, a Los Asuntos del Miedo perteneciente a su último disco. Los piñateros coreaban las letras y la emoción se notaba en sus rostros.
“Todos nacemos enfermos de muerte”, es la frase de Malas Noticias que conmocionó a los fanáticos, Under hizo vibrar al Teatro y al terminar, el frontman de la banda, les recomendó apasionadamente a los presentes que vayan a ver bandas, porque eso “es el under”. Posteriormente en La Urgencia, subió al escenario Christian Cary de La Triple Nelson para rockear junto a los músicos.
Vivir más no es cuestión de tiempo
Luego llegó el turno de Lunar, Blanco Fácil y Fiebre. El guitarrista Lucas Martínez agradeció a todos los que asistieron y expresó que todavía no podía creer que estaban «tocando en ese lugar». Otro de los instantes más emotivos de la velada fue cuando sonó La historia de la mosca y la araña, en esos momentos la conexión que hubo entre el público y los artistas fue única.
Por otra parte, aparecieron los clásicos Anguilita y Sonrisa. La sorpresa de la noche fue el cover de Almafuerte: “Se Vos”. Ciertamente, será una noche que quedará por siempre en la memoria de todos los que vivieron ese grato momento. Hablamos con un fan y nos comentó que gracias a DLGP aprendió a tocar la guitarra, ya que ellos sembraron en él las ganas de hacer música. Esas pequeñas historias que nos enriquecen a todos.
La noche ya iba llegando a su fin, el pogo era cada vez más grande, y nadie quería que el show termine. La gente se abrazaba, bailaba y saltaba: fue FIESTA. Con Buena Suerte y Tristeza, parecía que todo concluía. Pero finalmente, Ícaro y Residuos fueron el broche de oro para esta banda que no tiene techo y que trabajó muy duro para llegar a donde quiere estar.