Elizabeth Morris: «La memoria es personal y colectiva, porque soy parte de una generación que creció en el exilio»

Elizabeth Morris es cantora, instrumentista, compositora y productora de música popular de raíz folclórica latinoamericana. Nació en Valparaíso, ciudad que tiene la fama de ser la más bohemia de Chile. Será por sus casas coloridas´o sus callecitas con ese no sé qué que dice un tango nuestro. Será porque las ciudades con puerto contienen la nostalgia de los Encuentros y Despedidas (2016), tal y como Eli -así pide que la llamen- nombró a su último disco. Poseedora de una voz elegante, cálida, como de seda, interpreta sus canciones con la frescura de quien las comparte por primera vez: Décimas, Vuelvo al mar, Fuimos, Lejanías, Canción de agua y viento, Darte Luz, Hacia otro mar, y tantas otras, proponen unos paisajes de memorias y añoranzas.

Entre otros galardones, fue dos veces ganadora -2006 y 2015- de la competencia folclórica del Festival de Viña del Mar. Llevó su música a los escenarios más diversos y extensos de América Latina, participó tocando la guitarra en la película Violeta se fue a los cielos y fue productora del disco Tiempo de cantar (2004), de Clarita Parra

La compositora está en Buenos Aires y realizará dos presentaciones, absolutamente diferentes una de otra.  La primera de ellas está organizada como un evento en intimidad con ella y artistas invitados, en una pequeña sala donde apenas entran unas sesenta personas y el segundo encuentro será nada más ni nada menos que abriendo el escenario del Parador Konex, en la masiva peña de Raly Barrionuevo. Corriendo la voz conversó con Eli Morris y toda esa aceleración imparable que viene siendo el mundo encontró como fugaz destino, la pausa y la templanza, que sólo tienen las sabias.

– ¿Qué expectativas tenés con la fecha con Raly?

Bueno, para mí es una fecha bien importante porque es la primera vez que me voy a presentar en la ciudad de Buenos Aires  y me encuentre con el público, con la gente de allá y eso me tiene muy contenta y entusiasmada.  Por otro lado, el hecho de que sea una fecha con el Raly también es algo muy importante. Lo hago con mucho, mucho placer porque tenemos una súper buena onda musical, una excelente comunicación porque tenemos bastantes cosas en común, entonces, va a ser un bonito reencuentro. Hace algunos años hicimos algo en  Chile y en Argentina, creo que han pasado ya unos cuatro años desde que no nos encontrábamos. Así que, como expectativas eso, poder hacer un primer nexo con la gente de Buenos Aires y empezar a estrechar lazos de a poco para que, ojalá esta sea, una de muchas idas a mostrar mis canciones y compartir con la gente.

– ¿Qué trabajo o repertorio vas a presentar?, ¿Ya lo tenés elegido?

Voy a presentar una selección de las canciones tal vez más conocidas de mis cuatro producciones. Darte luz y Décimas por supuesto que van a estar. También, estoy condicionada por el hecho de que voy como solista, sin banda, eso no me permite presentar algunas canciones donde tengo un desarrollo instrumental importante porque, como yo hago los arreglos de las canciones, a veces me entusiasmo mucho con secciones instrumentales y, bueno, en este caso, obviamente no puedo hacerlo. Pero sí voy a mostrar una canción de Víctor Jara que versiono en vivo y que no está registrada en ningún disco. Es una canción que no es tan conocida, se llama El pimiento, y que presento cuando estoy en formato solista acompañada de una loopera que me permite generar un ambiente un poquito más completo. Y por supuesto, también, por la importancia que significa Víctor Jara como referente.

– ¿Después de Encuentros y Despedidas estuviste componiendo nuevas canciones?

Sí, he estado componiendo después del último disco. Estoy preparando el material para hacer un disco nuevo este año y vamos a ver si me lanzo con una canción nueva en el escenario porque sería la primera o segunda vez que canto una de esas.

– Sos instrumentista, autora y productora, ¿cómo combinas esas facetas dentro de un gremio fundamentalmente masculino?

En el mundo de la producción, en realidad, yo produje mis propios discos y un disco de Clarita Parra. Esas han sido mis experiencias  como productora y hay mucho apoyo entre nosotras. Entonces, yo trato de enfrentar mi trabajo con mucha responsabilidad nomás y con mucho cariño y empeño y pasión. Creo que esa es la manera de estar en el medio sin que nadie tenga ninguna duda de que, bueno, a ver… En general yo nunca he tenido problemas por ser mujer… Pero ahora estoy recordando algo que me pasó hace muchos atrás y que creo que ha ido cambiando, es importante. Me acuerdo que cuando grabé mi primer disco en el año 2002 (Hacia otro mar) y lo mostré había personas que me decían, oye qué bien tocas la guitarra, tocas como hombre, por ejemplo. Y otra persona que me dijo: pero dime la verdad, los arreglos te los hizo José, no los hiciste tú. Eso, afortunadamente, en esta época, no ha vuelto a suceder, así que hemos ido avanzando.

Ligado a esto último que mencionás, ¿cómo se vive en Chile, o lo que vos conozcas, claro, la influencia y transformaciones que los movimientos de mujeres están produciendo en las artes y especialmente en la programación de escenarios más paritarios? En Argentina, por ejemplo, hay un fuerte movimiento de mujeres en la música que impulsa una ley de cupos femeninos para ir construyendo escenarios más igualitarios…

Mira, estamos en un momento bien importante en ese sentido, de cambios, creo que vamos un poco más atrás que ustedes, eso sí, pero hay un grupo de jóvenes músicas que están tomando acciones importantes, que se están organizando, que están realizando festivales sólo con mujeres. Por otro lado, en la SCD (Sociedad de Derechos de Autor) también se acaba de aprobar una cláusula donde se exige que dentro del directorio de la SCD, haya un porcentaje de mujeres, una cierta de representatividad del mundo femenino. Entonces, eso está ahí en movimiento, todavía bastante en pañales pero se está empezando a mover y nos estamos haciendo ver y respetar.

– ¿Cómo es tu relación de intercambio con la música popular de Argentina o con sus referentes?

Con la música popular de aquí, con los músicos populares argentinos yo tengo afortunadamente encuentros muy bonitos y de mucha hermandad. Por ejemplo, he conocido a Beatriz Pichi Malen, estuve participando en un concierto que hizo ella en Chile. También con Pedro Aznar, que interpreta una canción mía en una versión propia donde él agrega una tercera estrofa, con Raly… Yo creo que hay mucha, mucha afinidad con los músicos argentinos y mucha admiración, también. Hay una profundidad muy grande y una creatividad enorme y también una tradición muy grande. Así es que, yo encantadísima de conocer y compartir con músicos argentinos.

– La influencia y la importancia que tiene para tu obra lo que se llamó la Nueva Canción Chilena ¿crees que sigue siendo un faro de la música popular en Chile actualmente? ¿Hay un retorno a Jara, Violeta Parra, y voces que son referentes en América Latina como Mercedes Sosa, acá en la Argentina, por ejemplo?

Yo creo que los referentes del movimiento llamado la Nueva Canción Chilena siguen siendo importantes. Para mí son un faro fundamental, no sé si necesariamente sea un retorno a eso sino más bien, siempre lo ha sido. En algunos momentos no ha sido tan evidente, tal vez, pero es algo que está sumamente enraizado en nuestra cultura, en la cultura de la música de raíz folclórica en Chile.  En mi caso, yo la tomé como una referencia muy cercana por los años que viví en el exilio, siendo niña, donde esa música era la conexión más directa con lo que significaba pertenecer a esta patria. Saber que era chilena pero que estaba creciendo en Europa. También las nuevas generaciones, ahora tienen una mirada diferente, un prisma diferente para hacer una re-lectura de esta música pero creo que está siempre presente.

– Por último, una pregunta sobre las poéticas que cruzan tu música acerca de la memoria y el territorio, ¿cómo aparecen en tu trabajo?

Respecto a la poética, a ver, la memoria y el territorio son cosas fundamentales dentro de lo que cuento y de lo que canto porque, por un lado, es pura referencia a vivencias. Entonces, en ese sentido la memoria es personal, pero también colectiva, porque soy parte de una generación que creció en el exilio. Somos una generación que fuimos víctimas un poco en silencio, no un poco, diría totalmente en silencio, porque mientras nuestros padres estaban siendo perseguidos, nosotros estábamos observando y viviendo todo desde un rincón, donde muchas veces los adultos no se daban cuenta que nosotros estábamos entendiendo y viendo muchas cosas horrorosas. Eso aparece en mi música muchas veces, a veces no tan explícito pero sí en un sentimiento como de tristeza. Muchas de las canciones, de mucha contemplación, de observación, de reflexiones acerca de los dolores del ser humano.

Por otro lado, el territorio también tiene que ver finalmente con el exilio porque es un territorio que yo imaginé cuando niña. Por algo yo escogí esta música, porque esta es la música que me conectaba con mi país y con mi origen cuando yo crecí en otro lado. Entonces, el territorio era mi ancla y, cuando volví Chile, a los diez años más o menos, descubrí este contacto con ese territorio, con esa naturaleza y con las personas que vivían allá y las hice propias. No sé si estoy siendo muy clara, bueno, hay también otro territorio que es muy interno, hay un paisaje que es muy interno, hay mucha introspección, mucho irse hacia dentro…

Elizabeth Morris se presenta el 01/03 en La Conversa y el 02/03 en el Parador Konex abriendo el show de Raly Barrionuevo.

Fotos: POTQ Magazine