#Entrevista Acorazado Potemkin: una burbuja en el tiempo

Llueve. Acorazado Potemkin se estará presentando el próximo 10 de agosto en Niceto Club luego de una pausa de shows en Capital Federal. Con este motivo, y para calmar la manija, organizaron un encuentro entre la banda y el público en Niceto Bar el viernes 22 de junio. Corriendo La Voz estuvo ahí, y en esa esquina musical, con una lluvia intermitente, gente con vasos y charlas nocturnas, conversamos un poco con los integrantes de este power trío tan poco convencional, conformado por Juan Pablo Fernández, Luciano EsainFederico Ghazarossian.

– Todos ustedes vienen de proyectos consolidados y bastante dispares entre ellos. ¿Cómo creen que aporta ésto a la construcción de la identidad de Acorazado?

Juan Pablo: Sí, obvio, yo tengo más de treinta años en la música, es como que, generalmente uno va tocando en su vida y vas probando, y es prueba y error, entonces se arma después de treinta años de prueba y error.

Luciano: Sí, vas coleccionando experiencias, está bueno estar, sacarle jugo a la experiencia y saber elegir. Bueno, qué de todo eso que voy aprendiendo y que sé, qué pongo en juego en este momento, cómo me sirve, cómo quiero que este proyecto camine, qué es lo que les muestro, qué es lo que pongo en la mesa de elementos y herramientas para generar canciones, y todo eso. Eso que dicen de que la experiencia es como un peine que te dan cuando te quedas pelado. Bueno, nosotros no nos quedamos pelados. Tenemos la experiencia y estamos en los veinte.

Juan Pablo: Igual, aparte de la experiencia, es mantener esa frescura, de alguna manera, como que te salga lo primero que te sale. Yo creo que Potemkin de alguna manera es volver a revivir un poco lo que eran los 80′, cuando empecé a tocar, por el hecho de que todo ese inconsciente que te sale de alguna manera es natural.

– Tocan estilos muy diversos y son dos letristas (Juan Pablo y Federico), e igual logran algo bastante conceptual y cierta lógica estética, ¿qué es la estética para ustedes? ¿Acaso la buscan? 

Federico: Se arma un lenguaje común inevitablemente porque somos tres voces muy parejas, entonces se termina armando algo que termina siendo nuevo, que no tiene una pretensión estética, pero sí tenemos la pretensión de que sea muy propio y muy nuestro, que sea muy personal. Entonces, dado que los tres componemos, los tres arreglamos, los tres escribimos, siempre termina saliendo algo que termina siendo especial, yo no sé si es original en relación a otras propuestas que hay que la gente puede escuchar. No sé cómo dialoga un disco nuestro con lo que pasa alrededor. Pero sí creo que la banda va construyendo un lenguaje propio. Incluso creo que lo que generamos los tres por momentos no tiene mucho que ver con lo que veníamos haciendo antes. Hay como unas cosas inevitables, qué sé yo, la forma de tocar, la forma de tocar de Lulo, cómo yo canto o fraseo una letra, pero termina pasando. En realidad es algo obvio de todas las bandas, cuando las bandas componen, arreglan y cada músico se entrega, termina saliendo algo nuevo, porque lo que sale de acá es la combinación de nosotros tres. Yo no sé si Potemkin podría seguir sin alguno de nosotros tres. Estamos armando una cosa así entre nosotros tres. Esto es lo que salió. Yo creo que eso que se termina constituyendo como una estética es un lenguaje que vinimos construyendo disco a disco, es una forma de laburar que encontramos que nos funciona a los tres juntos.

Luciano: Puede llegar a ser pensado qué no queremos decir o qué no queremos poner.

Tal vez no reggae, no funk, dice Federico y los músicos ríen.

Luciano: Tal vez no es qué estamos buscando o qué queremos decir sino digamos qué no, para que de alguna manera se termine formando ese lenguaje propio sin caer en las cosas que quizás alguien ya haya dicho o ya haya propuesto.

Federico: Y es cierto que le escapamos un poco a los géneros. Lo decimos medio en chiste, medio en serio. O sea nos gusta el punk, nos gusta el rock, pero siempre tiene que tener una vuelta en cómo lo laburamos nosotros, nos tiene que gustar a los tres, tiene que tener algo personal.

Luciano: Tiene que sonar a Potemkin.

Federico: Claro, podríamos ligarlo con valores antiguos del rock como la autenticidad o la mezcla de actitud, pero que después terminan siendo obvias, no sé, quizás llama la atención que haya otras bandas que están en laburos de géneros. Nosotros estamos haciendo una cosa muy personal, no tiene una pretensión de originalidad estética pero sí de sentirnos cómodos los tres.

– Preservar la identidad.

Luciano: claro, que lo sientas propio.

Juan Pablo: Una personalidad musical, cantar o no lo que nos parece.

– En ese sentido y con esto que decían de que ustedes no saben cómo los escuchan, ustedes son un power trío que no recuerda a otros, ¿creen que es difícil no repetir fórmulas siendo tres? ¿O es ésta una misma dificultad para cualquier banda? 

Luciano: El formato power trío apela a una exacerbación quizás del virtuosismo de los instrumentistas, por ahí no es esa nuestra búsqueda. Entonces por ahí el decir «bueno, no power trío», pasa por ahí, después pasa también que mientras vos sientas que tenés cosas para decir y que las querés compartir con los que están al lado tuyo, van a surgir cosas nuevas para hacer y maneras nuevas. Quizás al entusiasmo y las ganas y lo que te lleva a tocar es siempre de alguna manera quizás lo mismo, la energía que te lleva a estar en el escenario y a darle palo y darle con un caño al tambor en mi caso, sentís que sigue habiendo esa cosa que circula entre los tres y estimula el hecho de no repetirse y encontrar una nueva manera, quizás de decir lo mismo, pero bueno, de una manera interesante.

Federico: Nosotros trabajamos mucho cada canción. Suena medio flaco decir «nosotros trabajamos desde la canción», capaz no te dice mucho, pero sí te obliga a renunciar a ciertos convencionalismos de género porque la canción no te los pide. Quizás una canción no te pide un solo de guitarra, la canción pide otra cosa, te va llevando hacia otro lado, y en general trabajamos mucho que cada canción sea como una burbuja en la cual se suspende el tiempo, vos llevás a la persona que te escucha hacia un lugar y termina. Y tratamos de hacerlo en los shows también, y ordenar los temas en bloques dentro de los shows. Siempre la canción es la prioridad. Si la canción no pide o pide algunas cosas, bueno, ahí se resolverá.

Juan Pablo: Claro, no es sólo artilugios a partir de tocar y tocar y tocar. Todo lo que tocamos está en función de la canción, del mismo idioma.

– En su último disco compusieron un tema en base a una poesía, Mundo Lego, de Josefina Saffioti, ¿eligieron ese poema por algo en especial? 

Federico: Pasa que nos invitó a tocar en la presentación de su libro y entonces armamos como una letra en base a tres poemas y bueno, la conocemos, estamos muy cerca de la Jose, sabemos de qué va y por qué escribe lo que escribe, cuál es su búsqueda, más allá de las búsquedas estéticas, cuál es su intención personal y me parece que entendimos ciertas cosas, el libro tiene como dos temas en paralelo. Uno es como una mudanza y una forma de ir encontrando un lugar propio y en paralelo una causa judicial por violencia de género, nosotros trabajamos más sobre la mudanza, el espacio propio y personal. La letra se armó de tres poemas distintos tomando parte. El libro se llama Mundo Lego y bueno, el chiste, las cosas que uno va armando con los legos, las piecitas, es un libro para eso, pero bueno, es una amiga y acompañamos su camino y su búsqueda y aparte salió un lindo tema.

– Tiene sentido que elijan hablar sobre la mudanza, considerando que armar nuevos espacios es lo que viene después de la violencia, justamente. 

Federico: Y sí. Encontrar cuál es tu lugar.

– ¿Se sienten más cómodos tocando en vivo o en estudio? ¿Las sensaciones son diferentes?

Todos: Re diferentes.

Juan Pablo: Igual yo creo que con muchos años me empecé a sentir más cómodo en el estudio. Antes era como, el estudio, pensando qué iba a tocar, y creo que cuando tocamos en el estudio o grabamos, estamos como en la sala de ensayo.

Federico: Además es uno de los momentos más lindos de la vida.

Juan Pablo: Está bueno porque estás escuchando de alguna manera todo. Con todos los años que uno tiene en la banda te lleva a disfrutar de otra manera, antes era como… Hay músicos que les agarra pánico en el estudio.

Federico: Y, bueno, tiene cierta presión.

Juan Pablo: Sí, pero yo creo que lo que tocamos, se refleja un poco… La música está ahí y como suena, suena en vivo.

Luciano: El vivo tiene una adrenalina muy particular y muy fuerte ese momento.

Federico: Y también tenés que tener cintura porque cambian las cosas a veces.

Luciano: Y fluye la energía de una manera muy particular, en cambio el estudio si bien está más planeado, con más tiempo, nosotros estamos buscando una manera que sea similar a lo que tratamos de sentir en vivo cuando interpretamos las canciones. La verdad es que son dos momentos clave en la vida del músico, son necesarios los dos y los dos los disfrutamos mucho.

Federico: Y hay algo que trabajamos también, que surgió charlando también, ¿no? de tocar el tema como si fuera la primera vez que lo tocás, como si tuvieras que convencer o contarle a alguien que es lo que le estás contando, no como que tenés que darlo todo porque es la última vez, no, al revés, tiene que ser la primera vez que lo escucha. Entonces cuando podemos recrear ese momento en el estudio es fascinante. Además, en el estudio te escuchás muy bien y empiezan a aparecer sonidos y ves corporalizarse el disco. Además es un momento de la banda en el que estás aislado de las preocupaciones cotidianas, de las obligaciones, responsabilidades, los chicos, la familia, hablando por teléfono. Pero hay un momento en el que estás todo el tiempo pendiente de lo que hay que hacer en ese momento, esa es una presión muy grande, no podés fallar, tenés tres días para grabar, es lo que te da la plata, para lo que alquilaste el estudio, y de alguna manera tratamos de trabajar eso, que sea un momento lindo, en el que el tema surge y nace y crece y por suerte a veces tiene mucho que ver el hermano de él (Luciano), Mariano Manza Esain, que potencia eso y en seguida está escuchando cómo va a ser el disco y devuelve algo muy inmediato que es como un frasco de dinamita.

– Ustedes son una banda que se involucra muchísimo en causas, toca en marchas y demás. ¿Cómo vivieron la media sanción en Diputados por la ley de interrupción voluntaria del embarazo?

Los tres sonríen. Se pelean para decir cosas como éstas:

Luciano: Con alegría

Federico: Una fiesta.

Juan Pablo: Increíble. Alegría total.

Federico: Mucha emoción. Estuvimos ahí haciendo la vigilia o escuchando por radio o por televisión, mirando tele, fue muy emocionante y bueno, acompañando la lucha de las mujeres.