#Entrevista Mujeres en el sonido: «Tomamos los lugares que nos corresponden»

Natalia Perelman y Paulina Chiarantano son parte de la Red de Mujeres en el Sonido (RMS). Luego de años de estudiar y trabajar en un ambiente hegemonizado por la presencia de varones, un grupo de mujeres decidió formar un espacio donde compartir inquietudes y proponer acciones para visibilizar su trabajo. En esta entrevista, cuentan qué las movilizó a crear la Red y cómo es la lucha cotidiana para habilitar espacios históricamente vedados para las mujeres.

La RMS está formada por mujeres que se desempeñan en diferentes ámbitos del amplio mundo del sonido: la parte técnica; el sonido en vivo; la producción, grabación o mezcla;    entre otros. Haciendo base en un grupo de Facebook, la RMS propone actividades de formación y de discusión. Chiarantino es asistente de estudio, de grabación y mezcla, y Perelman se define entre risas como “mezcladora”: grabación, mezcla y producción en estudio. Señalan que cada vez son más las mujeres que trabajan en estudios, “al que se entra como asistente y hasta que a una le empiezan a dar los primeros trabajos como técnica”

– ¿Cuáles son las situaciones por las cuales surge la necesidad de organizarse en red?

Paulina Chiarantano: Hay un par de situaciones en particular, que pensamos con las compañeras que la empezamos, que nos gustaría que pasen y que no están sucediendo. Por ejemplo: tener referentes mujeres en el ambiente del audio. Vemos que hay muchas chicas más jóvenes -a mí me pasó cuando empecé a estudiar producción musical- que no tienen referentes y no se animan porque piensan que es un trabajo de hombres, que no las van a dejar pertenecer. Entonces justamente lo que queremos hacer es revertir esa imagen de este oficio, porque es una lástima que dejes de hacer lo que querés simplemente porque no podés entrar. No hay ninguna regla, ninguna ley que diga que por ser mujer no podés. Pero se da un poco que es un club de pibes y siempre está esta cuestión de «¡no!, ¿cómo va a haber una chica en el estudio? No se pueden hacer más las cosas que se podían hacer». Justamente ese es uno de los puntos. También el tema de la inclusión laboral, al ser un club de chicos siempre hay más complicidades entre ellos y siempre quedas relegada. No sucede esa misma fluidez de pasarte trabajo, tenerte en cuenta… Siempre quedas ahí, como en un costado.

Natalia Perelman: En el estudio de grabación se da mucho la situación entre técnico y asistente donde se pasa el oficio como se hacía antes, y es muy difícil que esa situación se dé entre hombre y mujer. Generalmente el técnico con más experiencia encuentra más fácil la situación de padrinazgo con un hombre. De alguna manera la intención de reunirnos está en ver cómo podemos revertir esa situación y ayudarnos entre nosotras.

– ¿Cómo está compuesta la red?

Paulina Chiarantano: Actualmente está en formación. Recién la empezamos en enero, hace muy poquito, y tuvimos una gran respuesta de todo el país, de chicas de diferentes provincias. Fue increíble. La planteamos de la forma más horizontal que se pueda. Justamente por eso hicimos mucho hincapié en la palabra red, porque queremos que no sea una bajada de línea de “queremos que pasen estas cosas”, sino de poder ayudarnos entre nosotras y que si alguna tiene data que quiere mostrar, que le sirva a otra y viceversa. Que se genere algo fluido. Y creo que, más o menos, lo estamos logrando. Estamos organizando, entre las que empezamos con el grupo de Facebook, actividades para darle más movimiento, que se conozcan las chicas entre sí y generen sus equipos de trabajo. Simplemente generar momentos y puntos de encuentro.

Natalia Perelman: Fue muy rápida la respuesta y muy amplia, con mucho entusiasmo. Se ve que esto era algo que veníamos sintiendo desde hace rato. Conmigo, particularmente, había un montón de chicas que se habían puesto en contacto a través de mensajes de Facebook. Simplemente para ponerse en contacto, para decirme “hola, acá estoy, cualquier cosa que necesites…” o “me gustaría poder hablar de lo que me pasa en el trabajo, ¿vos cómo lo viviste cuando empezaste? ¿Qué experiencia tuviste cuando tuviste que empezar a trabajar en el estudio?”, “Yo siento tal rechazo en el laburo…”. La verdad es que la comunicación fue muy rápida, una respuesta favorable para la red.

La RMS participando de la charla «Mujeres, Arte y Tecnología: visibilización de las trayectorias artísticas y proyecciones en las obras”en las Jornadas de Arte, Música y Tecnología de la Universidad Nacional de Quilmes. Fuente: Facebook de RMS

Entre las actividades que propone la red, una de las predilectas para generar nuevos encuentros son los talleres técnicos, que tienen que ver con la electrónica, como el taller de armado de cables. Perelman señala que estos talleres funcionan como “una linda excusa para conocernos y ampliar nuestros conocimientos en el campo de la electrónica del sonido”, y es una manera de buscar contactos más allá de las redes sociales, donde puedan conocerse las caras y “la voz, sobre todo. Para nosotras eso es algo muy importante”.

– En los talleres que realizan puede verse que también participan varones. ¿Hay un planteo explícito de la Red sobre esto?

Natalia Perelman: Absolutamente. Es justamente un poco el revertir el rol de aprendiz y de maestra y de que fuera inclusivo, que no fuera nada más para chicas. Ese es también uno de los puntos relevantes de todo esto.

Paulina Chiarantano: Nosotros nos organizamos más que nada por redes sociales. Tenemos por un lado la página y un grupo de Facebook y el Instagram. En el grupo de Facebook sí somos todas chicas. Más que nada por una cuestión de que estamos todas en todos los grupos de sonido que ya existen y más o menos la relación debe ser veinte hombres, una mujer. Entonces si querés discutir de esto es muy difícil encontrarte con comentarios o chicas que quieran estar y exponerse a la situación de hablar de eso ante un montón de hombres. Por eso, al principio, la idea fue que armemos el grupo entre chicas y después vemos qué pasa. Y resolvimos que hacíamos el grupo público, de forma que nosotras hablamos de los temas que nos preocupan y después los hombres pueden leer. Pueden seguir las conversaciones. No podés comentarlo en el grupo, pero lo podés seguir si te interesa. Más que nada por esta cuestión de que en tantos lugares (en esto voy a hablar por mí y lo he escuchado de otras compañeras), te sentís juzgada todo el tiempo: que están esperando ahí, mirándote fijo a ver cuándo te equivocas. Entonces, justamente, era importante tener – al menos al principio- un espacio donde compartir esas cosas sin sentirte tan juzgada.

Natalia Perelman: Un espacio de comodidad. En esta profesión sentirse cómoda es difícil siendo la única mujer. Yo pienso en la situación de estudio de grabación, también entre diez o quince hombres en general. Se plantean una tras otra situaciones de incomodidad. Entonces un poquito de mimos entre nosotras, de cuidado, en este momento viene bien.

– En el armado de la red ¿Influye también la situación general de empoderamiento contra las violencias hacia las mujeres? Mencionaban el “contar” como herramienta, y es inevitable la referencia al #YaNoNosCallamosMas.

Natalia Perelman: Creo que es inevitable. Somos una ola en el océano, somos parte de todo. Se siente en un montón de niveles. Y bueno, aleluya que está llegando el momento de visibilizar las ganas, la lucha… Es un montón de cosas. Somos parte de todo.

Paulina Chiarantano: Es muy difícil y en este ámbito particularmente porque tu trabajo depende de eso. Obviamente es difícil en todos los ámbitos, en todas las circunstancias, pero está agregado. Es muy difícil hablar de eso, visibilizarlo y cuestionarlo, cuando sabes muy bien que abrís la boca y no trabajas nunca más, porque es un ambiente muy chico y manejado por pocas personas. No es algo diversificado donde, a lo mejor, te cambias de provincia, te cambias de ciudad y ya está. No, no está, para nada está, porque todo el mundo se conoce entre sí. Entonces, al mínimo problema que tenés, tenés que poner en la balanza qué es lo más importante. Bueno, me la fumo y sigo trabajando o lo visibilizo y tal vez pierdo el lugar de trabajo y la posibilidad de trabajar en esto el resto de mi vida. Es muy problemático.

Natalia Perelman: Es grave. Yo me vi en una situación así. Y sabía que mi trabajo pendía de lo que hiciera y consideré que no era tan grave para mí, pero lo era. Lo que pasa es que no quería perder el trabajo. Y no me pasa a mi nada mas, nos pasa a todas… En mayor o menor medida. Este también es un lugar para eso, para sentirse contenida y poder contar este tipo de cosas. No es que la solución esté a la vuelta de la esquina, pero ya empezar a contarnos entre nosotras y ver qué podemos hacer, es un paso gigante.

Paulina Chiarantano: También, el hecho de unirse como grupo hace que nuestros compañeros varones se cuestionen el por qué sentimos la necesidad de juntarnos y hablar, y hay muchos que reaccionan de esta manera: «¡No! ¿Por qué se autoexcluyen?». Y tenés que sentarte a explicar. Hay gente que tiene más paciencia, hay gente que tiene menos paciencia y no la culpo porque la verdad que es un trabajo pesado ponerse a explicar algunas cosas. Y hace que se lo empiecen a cuestionar. Yo tengo compañeros que, al principio, se mofaban de la situación y ahora están hablando con lenguaje inclusivo, así que es posible el cambio. Obviamente es un poquito de trabajo de hormiga, pero en grupo se hace más fácil. Por eso nos unimos.

En el grupo de Facebook de RMS ya son más de 250 mujeres profesionales, estudiantes o simplemente curiosas del amplio mundo del sonido. Las entrevistadas reconocen un notable incremento en la participación y el interés de las mujeres en el rubro en los últimos años. Se trata de un trabajo fino, pero constante, de empoderamiento: “poder mostrarnos en situaciones de docente, de técnica, como para que vean que es posible y que se puede avanzar, que hay otro rol que no es el del masculino”.

– ¿Pasa lo mismo en otros ámbitos? Que tengan que meterse, insistir y plantarse por ser mujeres en la técnica o el sonido.

Paulina Chiarantano: La verdad es que hablar de la Red, inevitablemente, hace que hables de la experiencia personal, porque lo personal es político. Entonces, escuchamos un montón de historias de personas que les ha pasado que no han sido incluidas en proyectos, eventos, instituciones. Siempre pasa lo mismo. Hay un evento y hay cinco referentes: son todos hombres, y es terrible. Y siempre está esta cuestión de “Eh, pero es por el conocimiento que tienen…”. Sí, bueno, justamente hace 50, 60 años, no podíamos votar. Obviamente que esto va a pasar, el desequilibrio. Y si no lo hacemos pasar al equilibrio, no va a pasar porque, obviamente, hay gente muy cómoda en su respectivo lugar. Por eso también se nos tilda de mala onda, feminazis, y todos los adjetivos peyorativos que se le puedan ocurrir a la gente porque justamente es algo activo lo que se hace, no es que pedimos por favor que nos incluyan. No, simplemente vamos y tomamos los lugares que nos parece que nos corresponden porque trabajamos por ello y estudiamos para ello. Yo terminé el secundario en 2009, empecé a estudiar en 2010 y la verdad que hasta 2016 yo sentía que en ámbitos de audio decían cosas que me parecían completamente desagradables, y tenía que hacer y seguir como si nada porque si no caías mal. Caías mal y perdías trabajo, y simplemente por decir “che, me parece que lo que dijiste no está bueno…”. Lamentablemente sucedió y sigue sucediendo. Por suerte ahora que estamos un poco más visibilizadas, sí lo haces notar. No es tan terrible porque justamente se viene hablando y saben que está mal. Hay gente que de hecho es como que va a decir y de repente te ve y se echa para atrás, viste.

– ¿Qué planes tiene para el futuro la Red?

Paulina Chiarantano: Talleres técnicos, conversatorios, siempre darle hincapié a la parte social y la parte técnica en partes iguales. Porque sí obviamente es buenísimo tener la contención, pero también está buenísimo tener las herramientas para poder trabajar. Poder ocupar el lugar que creemos que nos corresponde. Así que, por lo pronto, estamos planeando seguir con la parte técnica, y en lo que salga, lo que nos quieran invitar. Obviamente vamos a todos lados porque es justamente esto de la visibilización lo que al menos, a mi yo de 16 años, le hubiese encantado que pasara. Yo no puedo parar de pensar en eso, así que vamos a todos lados donde se nos invita, y donde se pueda, se hace. Aparte justamente con respecto a lo horizontal de la red, si hay alguna compañera que tiene un plan o una idea, se escucha, se toma en cuenta. Así que, obviamente, hay cosas que vamos planeando, se nos ocurren y las sugerimos con las compañeras; pero todas están incluidas, la que tenga una idea, una duda, una consulta, de cualquier ámbito del sonido.

– La horizontalidad tiene que ver con evitar referencias o…

Natalia Perelman: ¡Porque se están cayendo muchos sistemas! (risas). Entonces la idea es un poco empatizar y que no pase lo mismo en un micro nivel, digamos, entre nosotras. La idea es que no se sientan cohibidas porque no tienen experiencia o porque viven lejos, entonces de alguna manera, es eso: ver cómo nos podemos integrar.

* Entrevista original realizada por Diego Domínguez para La Colectiva Radio 102.5FM. Agradecemos la cortesía de brindarnos audio y desgrabado para la confección de esta nota.