Es cierto, la tarde del sábado en constante estado de inestabilidad, no nos regaló su mejor clima de verano. Aún así, el Centro Cultural Konex abrió sus puertas para invitarnos a vivir una larga jornada de arte Insurgente. Más de catorce artistas, muestras, humor y charlas, un punto de encuentro irresistible.  

El Festival Insurgente es una propuesta cultural que busca reunir las distintas ramas del arte argentino. Con una impronta marcada por la fusión de distintos géneros musicales y diversas actividades ligadas al terreno artístico, es una forma innovadora de vivir y sentir la música juntos y a lo largo de toda una jornada.

Esta edición comenzó de la mano de Arde Roma, Profesores de Tennis, La Ciudad Bajo la Niebla y Quedamo Varese. La música suele ser el plato fuerte del encuentro, sin embargo, el festival procuró darle su lugar a todos los artistas que protagonizaron la fiesta: dibujantes, fotógrafos, pintores, humoristas, etc.

Por otro lado, hubo tiempo para la información. Durante la tarde se pudo disfrutar de escuchar a referentes sociales como Pablo Pimentel (presidente de la Asamblea permanente por los Derechos Humanos), Maria del Carmen Verdu (referente de CORREPI) y Nacho Levy  (de la Garganta Poderosa), entre otros. En medio de las charlas y la transición llevada a cabo por La Retaguardia, hubo espacio para darle voz a aquellos ignorados por los grandes medios. Es importante no dejar de denunciar la creciente avanzada represiva que se está viviendo, es importante hablar y estar informados porque es la base para cuidarnos y no dejar de luchar por una sociedad mas equitativa.  

Fragmento de la participación de María del Carmen Verdu:

El festival, que comenzó alrededor de las 15 hs y terminó pasada la medianoche, contó con una variada grilla y permitió disfrutar de shows como los de: Edu Schmidt, que hizo enloquecer a la gente cantando y saltando; Kimé, que presentó su disco Fluir; Alma Bouquet, que luego de llenar La Trastienda se dio el lujo de pisar el escenario insurgente con la presencia de su público fiel, y el fin a puro ritmo  a cargo de  Karamelo Santo y Caracol a Contramano.

Un día insurgente donde el arte volvió a su estado más puro.