Crónica oficial de dos finales jugadas en el estadio de Central Cordoba.
La lluvia del sábado 12 de Diciembre por la tarde nos dejó sin prueba de sonido pero con un 9 contra 9 nada más y nada menos que en el estadio de Central Córdoba, en su verde césped. Esa tarde debutaron en un estadio, entre rayos y centellas, la mayoría de los que jugamos el partido. La energía que le íbamos a imprimir al show de la noche se la tuvimos que poner a la pelota. Se trataba de eso… Arte y Deporte. 
Farolitos creyó ir a jugar una final y termino jugando dos finales. La primera final se jugó el sábado a pura emociones. De una situación triste, la de haber tenido que suspender el show porque se nos mojaron los equipos y haber tenido que apartarse del escenario durante tres horas por los rayos que caían, a una situación alegre: la del picado. Y si hay dolor, mas movimiento. El picado fue una expresión de rebeldía, jugado con las energías que estaban guardadas para la noche, a pierna fuerte. En esa final del sábado dejamos todo y perdimos porque el show no se hizo. Pero pintó esa otra final que era rebelarse ante la adversidad mediante el juego y la jugamos. Tendriamos que haber ganado, nos fuimos diciendo; no importa mañana lo damos vuelta! Estábamos convencidos.
Y lo dimos vuelta el domingo. Jugamos con una pierna menos pero lo dimos vuelta. Casi 3.000 almas en el Gabino. Si hubiera sido el sabado hubiera habido mas gente. Pero en este caso no importaba tanto la masividad, sino el desafio de armar terrible show sin aparatos atrás y encima cobrando barato. Fue decirles a todas las bandas que si se puede si existe organización.
Fue pareja la final del domingo, nos hacen un gol de entrada cuando sabíamos que el show iba a dar pérdidas económicas. Empatamos cuando se prendieron las luces y se oyó la primer canción, lo pasamos a ganar nosotros con la fiesta que se genero luego y nos vuelve a empatar el temporal que acorta a la mitad del tiempo que se habia establecido de duración para este recital… y en el ultimo minuto esos 60 compañeros bajo la lluvia desesperados laburando para que no se nos arruine todo lo que tanto nos costó, ese fue el gol de la victoria. Ganamos agónicamente pero con justicia. Ganó el rock del interior.
Gracias a todos los que ya entendieron de que esto no es una empresa y se quedaron sin recital el sábado. A las minorías que no saben de que se trata esta movida están invitadas a conocernos en la próxima, asi que guarden su ticket. Ayer todos perdimos plata porque esta banda ya es tuya, pero ese gol económico que nos vienen haciendo hace 14 años no supo liquidar el partido, lo dimos vuelta por amor a esta camiseta con temperamento y trabajo, condiciones fundamentales para ganar todas aquellas finales que vengan en el futuro o quizás perderlas pero con el pecho erguido, convencidos y con honor. Las ideas no se matan ni se venden. Gracias a nuestro pueblo farolero que se ensancha de a poco cada dia!
Donde hay amor hay movimiento… Viva el rocanrol que nos juntó!