#Parapipou «Tratamos de vivir y de pensar que siempre es nuestro mejor momento»

Podría empezar resumiendo estas líneas con la primera sensación que me transmitieron: la alegría como forma de vida. Parece tan simple decirlo. Es sólo una cuestión de diversión. Cuando uno hace lo que realmente quiere y le apasiona, no hay forma que pueda salir mal. El secreto es mantenerse firme a los deseos y convicciones. El resto se reduce a pequeños obstáculos y desafíos que, por supuesto, sortearemos si hay esfuerzo de por medio y estamos dispuestos a seguir.

Nueve años atrás comenzaba este recorrido que aún proyecta varios kilómetros por delante. A días de celebrar su noveno aniversario, Parapipou nos brindó una charla más que agradable en la que hicimos breves paradas en el tiempo (pasado, presente y futuro), así como también revelaron sus planes, ideas y la filosofía que practican e interiorizan como grupo humano, como compañeros de trabajo y como amigos.

La cita estaba pactada el martes a las 20 hs en el consagrado Makena Cantina Club, un espacio ubicado en el corazón de Palermo. Si existe un escenario que ha visto nacer y crecer bandas, definitivamente es éste. Allí me esperaron Mauro Delbón (voz) y Leandro Darqui (guitarrista), ambos organizadores de La Ciclola, un evento que horas después tendría lugar entre aquellas paredes.

Makena comenzaba a mostrar los primeros signos de movimiento: gente entrando y saliendo, los músicos descargando sus instrumentos y posicionándose para realizar las respectivas pruebas de sonido y la música (compañera infalible) responsable de ir calentando los motores de lo que sería otra gran noche. En tanto, Leandro, Mauro y yo nos acomodamos en una sala apartada del barullo organizativo para comenzar nuestra entretenida charla.

– A pocos días de volver al escenario para celebrar su noveno aniversario, ¿en qué situación los encuentra este presente?

Leandro: Nos encontramos en nuestro mejor momento. Tratamos de vivir y de pensar que siempre es nuestro mejor momento porque todos los demás no nos interesan. Importa el momento actual. Y nosotros, con toda la historia que tenemos atrás, pudimos aprender y juntar todo lo que realmente necesitamos para poder explotar nuestro potencial de aquí en adelante.

Mauro: La verdad que para nosotros es muy importante el día a día. Estamos reencontrándonos. Hemos pasado por un montón de situaciones que nos han enseñado cosas y lo más interesante es que estamos disfrutando cada día un poquito más lo que hacemos. Sintiéndolo cada vez un poco más real y sincero.

– Seguramente se lo preguntaron varias veces pero, ¿a qué alude el nombre “Parapipou”?

Mauro: A nosotros. Es una palabra que no tiene ningún otro significado más que nosotros. La palabra existe sólo para nosotros en Internet. Si vos pones “Parapipou” aparecemos nosotros. Así que supongo que debe significar eso (Risas).

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– Parapipou siempre se caracterizó por ser una banda alegre, enérgica, que transmite mensajes de concientización profundos, ¿creen que esta es la verdadera esencia de su música?

Mauro: Exactamente, esa combinación. No podríamos decirlo mejor. Surge también como reflejo de lo que pensamos nosotros y de cómo intentamos afrontar nuestro día a día. Me parece que es una forma de pensar compartida. Eso es parte de lo loco y la mística de la banda: personas que antes de juntarse no se conocían y a la vez compartían esta visión, este vínculo y terminaron siendo lo que ahora expresamos. Con el transcurso de la vida nos fuimos dando cuenta lo hermanados cósmicamente que estábamos.

Leandro: Eso también fue decantando con el tiempo. Porque el hecho de haber compartido nueve años nos permitió que todos podamos aprender un montón de todos los demás.

– También es notable que en sus shows en vivo se divierten mucho entre ustedes, más allá de estar tocando y cantando. ¿Qué sensaciones genera el estar brindándose así frente a su público?

Leandro: Sentimos que somos nosotros. ¿Viste esa frase que está hecha? Ahí, somos nosotros.

Mauro: Te sentís pleno. Y el tema del vínculo con la gente es mágico. Uno nunca deja de ser espectador. Es decir, uno abajo del escenario ve las cosas como un espectador y estando arriba del escenario, también las ve como un espectador. Estas en otro lugar, pero vos también estás siendo parte de ese show. Escucho la música, veo a todos los demás, la única diferencia es que no me puedo ver a mí mismo. Las primeras veces que el público cantó nuestros temas fue un ¡GUAAUUU! Y al final termina siendo como que cantas con un amigo una canción de cancha. La gente que viene acá nos conoce, nos escuchó, nos buscó, entonces ese es un vínculo especial.

– Son una banda numerosa. A la hora de organizarse, tomar decisiones, ¿cuesta mucho ponerse de acuerdo? ¿Cómo lo manejan?

Mauro: Bueno, en general,  una opción es la violencia y cuando nos cansamos de pegarnos, tiramos la moneda (RISAS). Naaa siempre fue todo muy fácil y natural para nosotros por suerte. Nunca tuvimos problemas. Tuvimos grandes desafíos y los fuimos superando. Esas cosas nos fueron uniendo y con tiempo y perseverancia, llegamos hasta acá. Mucha gente piensa que un grupo numeroso es complicado. A veces definir un tema entre tres personas creo que es más difícil que definirlo entre diez porque en un grupo de tres uno quiere una cosa, otro quiere otra y el tercero se queda en el medio. Entonces la dinámica de los grupos chicos también es muy particular. Y el hecho de ser un grupo más grande a veces implica no estar de acuerdo en ciertas cosas y que tampoco se trata de temas personales. Somos más, entonces, se diluyen las responsabilidades, se diluyen esas cosas que pueden llegar a ser conflictivas.

– Si le damos PLAY a una canción de Parapipou, nos topamos con una gran diversidad de estilos musicales, ¿cómo se fue dando esta combinación de géneros?

Leandro: La idea que nosotros intentamos implementar es que no se pongan límites en la creatividad musical porque poner límites hace que las cosas sean menos buenas de lo que podrían llegar a ser. Si uno se anima a romper todos los límites es cuando puede sacar lo mejor de sí mismo. Vamos a ser una banda de todo lo que podamos hacer.

– La realización de videoclips no es lo más importante para una banda pero ayuda bastante con el tema difusión. ¿Qué opinan al respecto? ¿Les gusta este tipo de producción?

Leandro: Es muy importante utilizar todas las herramientas de difusión. Como es el panorama de la música independiente actual, no podes dejar de lado ningún medio de difusión y los videoclips son una carta de presentación importante. Si vos lo haces bien te puede ayudar muchísimo.

Mauro: Un video puede tener en Internet mucho más impacto que un disco. Sacar un disco nuevo pero sin imágenes versus sacar un video de una canción. Pierde mil veces el disco porque el video al tener imágenes, la gente lo prefiere antes que escuchar un disco entero. Nos encantó actuar, pero nos encanta porque también es hacer una actividad con tus amigos de la banda extra musical, entonces es divertido en general.

– El videoclip de “Yo amo la TV” me parece un trabajo genial. ¿Cómo se pensó esta idea? ¿Cómo se le propuso a los distintos artistas y famosos que participen en él? ¿Fue complicado recopilar los distintos testimonios?

Mauro: Fue espectacular. Ese fue un trabajo de muchos meses de los productores. Ellos se ocuparon de contactar a todos y me parece que tenían muchas más cosas grabadas que no pusieron pero fue un trabajo súper difícil, súper engorroso, súper largo que lo hicieron muy bien y la verdad que es algo espectacular. También somos espectadores. Fuimos actores pero espectadores a su vez.

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– Actualmente son pocas las mujeres músicas que forman parte de una banda sin embargo, afortunadamente, cada vez son más. En el caso de Parapipou, cuenta con dos integrantes femeninas, Denise en percusión y Romina en Trombón. ¿Qué piensan acerca de este rol cada vez más activo de la mujer?

Leandro: Es genial que se estén sumando. Porque nosotros creemos que el ser hombre o ser mujer debería ser sólo una condición biológica. Pero no hay diferencia. Todos podemos hacer todo y no hay sentido de que a la mujer se la restrinja a ciertas actividades.

Mauro: Es cavernícola hasta explicarlo. De hecho, nos hemos cruzado con bandas solo de mujeres y son geniales. Debería ser mucho más habitual.

– Estuvieron separados un año entero como banda y, de todos modos, siguieron tocando. ¿Cómo vivieron esta experiencia de viajar y seguir adelante a pesar de las distancias?

Mauro: Fue un viaje más personal. Viaje durante un año para conocer. Estuve por Asia, por China, por India. Pero lo interesante fue el hecho de que mientras no estuve la banda siguió tocando y siguió tocando bien. La gente siguió yendo a apoyar. Y eso, por un lado, está buenísimo y es parte también de lo que vamos a festejar en la Trastienda: toda esa gente que nos siguió bancando. La fidelidad es espectacular. Calculo que no es una reacción dejar de escuchar una banda porque faltan miembros pero, al contrario, la banda tocó un montón el año pasado. La gente fue a todas las fechas.

Leandro: También nos encuentran en un momento muy diferente a cuando nos separamos. En ese momento, todos veníamos de trabajar en relación de dependencia, de un montón de compromisos que estaban por fuera de lo musical. Y ahora que nos reencontramos es al revés. Nos reencontramos todos con la decisión de que ésta sea nuestra actividad y que ocupe todo nuestro tiempo disponible.

– Si abrimos el abanico de posibilidades, la oferta musical de las bandas emergentes nacionales es diversa y amplia. ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Creen que la música local se encuentra en un momento próspero?

Leandro: Tenemos una cantidad y una calidad inmensa de música argentina y simplemente hay que investigar. Porque los medios masivos de comunicación no te van a mostrar lo mejor. Te van a mostrar lo que ellos quieren para sus propios intereses.

Mauro: Claro y terminas escuchando Agapornis pensando que es música (RISAS). Naaa, sin ofender. Pero la realidad es que uno ve que, quizás, antes el monopolio comunicacional, por un lado, ponía bandas que todos escuchaban pero ponía bandas de calidad. Antes tenías monstruos como Soda Stereo, pero era Soda Stereo, ¿entendés? Pasa que uno como músico ve que bandas que no son profesionales en su ejecución, por cuestiones comerciales terminan acaparando un montón de espacio. No es una queja. Es como una observación de fenómeno social. No importa la calidad, no importa nada. Se hace muy notorio el hecho de que nos imponen qué música escuchar. Pasa que el hecho de ser una banda comercial o no, está muy lejos de lo musical. Pero en el ambiente, acá en la Argentina, lo que uno observa es que hay una faltante de productores. No los productores musicales que te arreglan un disco. Sino los productores que organizan festivales. Entonces, hay pocos festivales, hay pocos eventos. Y también hay poco conocimiento sobre cómo generar público. Todavía no le encontramos la vuelta, primero para que haya muchos productores en Capital y, segundo, para que esos productores tengan éxito convocando público. Eso te obliga a encargarte de hacer todo. Nosotros hoy estamos sentados en un ciclo que organizamos nosotros. Somos una banda, que organiza un ciclo para músicos con el único objetivo de que esto exista. Uno podría dedicarle más tiempo a tocar y a hacer y terminamos convirtiéndonos en productores para poder tocar.

– ¿En qué consiste La Ciclola, el evento clásico de Makena?

Mauro: Es un proyecto que comenzó siendo de la banda Parapipou. Éramos diez, pero todos los demás que no se ocupaban dijeron “mejor que se ocupen los que se están encargando de verdad”. Y los que se siguieron ocupando, lo hicieron manteniendo una visión 100% para las bandas. Acá las bandas se llevan el 100% de la puerta, los atendemos de la manera más profesional o por lo menos de la manera más acogedora que podemos. Tienen lugar todos los martes menos uno por mes que le pertenece a La Pelagatos que también organiza un ciclo acá. Las bandas que vienen, tocan hasta las 2 de la mañana y después hay fiesta hasta las 5 generalmente.

– Hemos visto en las redes sociales fotos que delatan a Parapipuo realizando shows callejeros. ¿Cómo surgió la idea? ¿Hace cuánto lo llevan a cabo?

Leandro: La primera vez que lo hicimos (tímidamente) habrá sido en abril del año pasado que fuimos a una feria en San Telmo y no encontrábamos ningún lugar y terminamos tocando al lado de los tachos de basura. Y fuimos variando los lugares. Fuimos a Plaza Francia, Parque Rivadavia. También, para no tener que pedir permiso a la ciudad y no tener que pedir electricidad, porque siempre tuvimos la noción de que es complicado hacerlo de la forma burocrática y legal, preferimos hacerlo por nuestra cuenta, sin joder a nadie, y que no nos jodan en lo posible. El hecho en sí es fantástico porque esas canciones que vos las podes hacer en un local privado, muchas veces pagando un seguro que hay que pagar, de esta manera lo podes hacer gratis. Y el objetivo principal es que la gente nos conozca. Y la gente por curiosidad se acerca y se termina identificando. Nosotros tenemos discos para regalar, se los llevan y te dejan un poco a la gorra.

– ¿Cuál fue el desafío más difícil al que tuvo que enfrentarse Parapipou?

Mauro: El desafío más difícil es el día a día de crecer sin medios financieros. Es pensar todo el tiempo en la manera de crecer, mantenerse creciendo y, que a su vez, no se desmorone nada de la vida personal de cada uno de nosotros. Es como un malabar gigante y eterno y te van cayendo todo el tiempo cosas. Y uno a veces no se da cuenta, pero eso que parece frágil cuando lo ves a la distancia, lleva nueve años de solidez. Entonces, en realidad, es bastante fuerte. Yo no tengo nada en mi vida que haya durado tanto tiempo (más que mi vida). Ningún proyecto que hice, ni la facultad, ni nada duró tanto. Y lo elegí yo por motus propio y nunca lo abandoné.

– Nueve años, casi una década. El próximo 16 de abril, la Trastienda Club los espera con los brazos abiertos para esta celebración. ¿Tienen pensado brindar un show especial? ¿Cómo se vienen preparando? ¿Se puede hacer algún adelanto?

Leandro: El condimento más fuerte que tenemos para compartir con la gente es el reencuentro de nosotros. Porque venimos de una época en la que algunos se fueron de viaje. Había una separación geográfica en realidad. Pero la esencia del grupo no se alteró en nada. Y pienso que la gente extraña la formación verdadera de Parapipou y la va a poder ver después de un montonazo de tiempo.

Mauro: Hay invitados. No me gusta hacer bandera de los invitados. Invitados muy buenos, súper interesantes. Algunos que han tocado con nosotros y otros que van a tocar por primera vez.

– Primera vez que pisan el escenario de la Trastienda Club. ¿Lo eligieron por algo en especial?

Leandro: Lo elegimos porque es uno de los lugares que nos faltaba recorrer dentro del circuito emergente. Ya hemos pasado por bares y lugares importantes como Niceto, el Konex, Groove y bueno, queríamos también darle un contexto diferente a la banda así que esa era la oportunidad que teníamos.

 Con dos demos y dos discos de estudio bajo el brazo, ¿se encuentra la banda trabajando en algo nuevo?

Mauro: Estamos preparando el tercer disco que todavía no sabemos cómo se va a llamar ni los temas que va a tener. Pero va a estar muy bueno. Vamos a estar mostrando en la Trastienda un par de esos temas también. Tenemos muchas ganas y vamos a mostrar todo el crecimiento de la banda y pensamos que va a ser un disco excelente. Seguramente entramos a grabarlo para mitad de año.

Para más información:

Facebook: /Parapipou
Twitter: @parapipou
Página oficial: www.parapipou.com

A modo de cierre y, como nos gusta finalizar estas notas, compartimos el video oficial de “Yo amo la TV”. Otra genialidad de Parapipou. ¡Disfrutalo!