Rock en Baradero – Día Dos: de la onda indie

Incluso antes de ingresar al predio se veía un público muy distinto al del día anterior. Las remeras de bandas fueron reemplazadas por mallas, riñoneras de colores, camisas estampadas y mucho glitter. Las bandas del domingo contrastaban con las de los otros dos días del festival.

A diferencia del primer día, más gente estuvo desde temprano en el lugar recorriendo los diferentes escenarios, o sentados en alguna parte del lugar mirando para los mismos. Para cuando tocó el dúo Hipnótica, ocupando el horario en el que iban a estar Los Brujos, pudimos notar que este día iba a ser más relajado en cuanto a los sonidos.

Hernán Ortiz

Salimos del rock pesado para escuchar pop, trap, dandole lugar a nuevos estilos dentro de la ceremonia del verano. Indios fue la primera banda realmente convocante de la tarde, cerca de las 18hs una multitud de gente se encontraba bailando bajo el escenario. Con ritmos armónicos y pegadizos, el punto cúlmine de su presentación fue cuando tocaron el conocido tema Ya pasó, el cual fue entonado por todxs lxs presentes.

Joaquin Vitola

Con una voz femenina, de las pocas que tuvo lugar en Rock en Baradero, en el Escenario Branca se presentó Chita: una banda bonaerense que define lo que hace como neo soul. Muchas personas se acercaron a escuchar, aún siendo que el escenario no está dentro del predio principal. Con una voz melodiosa e increíblemente fuerte, más de media cuadra de gente escuchaba atenta moviéndose lentamente acorde a la música.

Chita

En el Escenario Spotify empezó a sonar En espiral, tema de Lo Pibitos. El público sigue bailando, pareciera ser que no va a ser un día de pogo. Su mezcla de sonidos – desde funk a ritmos latinos – hizo de su presentación una de las más variadas. Y para demostrar que no están cerrados a ningún género musical, hicieron un exitoso cover de La rubia tarada, de Sumo, que fue bien recibido y cantado por todxs.

Tomás Bacigaluppi

El sol empezaba a caer cuando una batería empezó a sonar en el escenario principal y salió Louta, con lo que sería uno de los shows más visuales del festival. Caracterizado como uno de los referentes del indie, su presentación mezcla la música con lo que es la actuación sobre el escenario. La buena vibra, como le dicen, se sentía desde abajo. A diferencia de lo que suele pasar en los recitales, pocas personas estaban grabando lo que sucedía, la gran mayoría estaba disfrutando de lo que sucedía.

Entre el baile constante y los brazos moviéndose desde un lado al otro, sumado a la continua interacción entre banda y público, la hora que tocó Louta fue más bien intensa. “Que se sienta la fuerza de todos los jóvenes y las jóvenas de Argentina en todo el planeta” dijo en un momento en que todxs empezaban a saltar. La noche siguió con artistas que mantuvieron ese ritmo.

Louta

El Escenario Branca funcionó mejor que el día anterior, con veinte minutos para tocar entre los escenarios Quilmes y Spotify. Lucas and the woods estaba explotado de gente que aprovechaba a ver todo lo que ofrecía Baradero. Con una onda enérgica en el escenario y en sonido, el cantante Lucas Engel no paraba de moverse. Los acompañaba un muy buen juego de luces que simulaba una vista psicodélica entre sus movimientos y los árboles que estaban arriba nuestro.

Lucas Engel

A las 20.20hs llegó la parte más rockera a Baradero, de la mano de Marilina Bertoldi, primera mujer en uno de los escenarios dentro del predio. Subió con su canción China y no pasó ni un minuto hasta que agarró la guitarra. “¿Cuántas somos esta noche? ¿Dos minas, tres, cuatro? Gracias eh” dijo en la primer pausa del show, haciendo clara referencia a la ley de cupo femenino. Pero parece que esto no le gustó a los organizadores del festival, que decidieron no transmitirla en las pantallas del escenario principal. Mientras Marilina tocaba en el Spotify, el Quilmes pasaba publicidades. Nada más para agregar.

Cuando empezó a cantar Cosas dulces, no había quién estuviera quieto, todxs empezaron a bailar al son. Se despidió del festival diciendo “Hagamos un poco de quilombo”, con los sonidos fuertes de Racat. En una hora demostró su talento y naturalidad en el escenario, se escuchaban gritos de mujeres que le decían “te amo.” Marilina Bertoldi es un claro ejemplo para todas las mujeres de que pueden hacer todo lo que se propongan.

Marilina Bertoldi

Un show de luces increíbles salían desde el escenario principal dándole la bienvenida a Airbag. Con juegos de lásers y cortinas de humo, era imposible no mirar hacia ahí. Fue uno de los momentos fuertes del segundo día, con un público que se sabía todas las canciones. La gente empezó bailando y terminó saltando, en el lugar. Cae el sol fue el más cantado, y el himno (sí, tocaron el himno completo casi como despedida) fue lo más coreado. Pero si con las luces, las canciones y la buena onda no era suficiente para hablar bien de su presentación, en un momento el show se tornó una pequeña clase de Educación Sexual Integral, donde Pato Sardinelli remató con un “si sos varón ponete forro, no seas forro.”

Pato Sardinelli

Bándalos Chinos arrancó a cerrar el día dos, tocando Veccar. Había gente moviéndose de un lado al otro, en una especie de sintonía con la banda, mientras que otrxs se quedaron alrededor del predio, mirando a la banda desde ahí que no sólo sonaba bien, sino que también tenían efectos de luces y humo de colores que aparecía en medio de las canciones. Una mezcla de instrumentos, con sonidos fuertes y alegres, trajeron de vuelta al pop y al indie al escenario Spotify, cuya onda seguiría siendo esa hasta cerrar el festival.

Gregorio «Goyo» Degano

A las once de la noche tocó Attaque 77. No sabemos cómo encajó en este día, pero para la hora en que tocaban empezó a ingresar el público con sus remeras de rock. Un sonido impecable y las pantallas cambiando de video tema tras tema hacían que incluso quienes no los conocían, estuvieran escuchando. Por primera vez en la jornada, aparecieron los cánticos “olé olé olé, cada día te quiero más.” La larga trayectoria de la banda ocasionó que los temas que tocaron, sus clásicos, los conociera la mayoría de quienes estaban ahí.

Algunos momentos un poco melancólicos, o más bien nostálgicos, como en Westerna la memoria del doctor René Favaloro”, Chance o Espadas y serpientes. Tocaron canciones para todos los gustos, como un pequeño recorrido a lo largo de su historia que fue bien recibido por el público de la noche.

Mariano Martínez

A las 00.20 hs salió Usted Señálemelo para cerrar el escenario Spotify, el cual estaba adornado de flores de colores, sin saber que terminarían cerrando el segundo día. Fuertes ráfagas de viento daban cuenta de que se venía una tormenta que estaba pronosticada para la madrugada. El público parecía estar en un trance con la música, cantando, algunxs con los ojos cerrados y moviéndose de un lado a otro. Pasaban de melodías melancólicas a alegres, como Aguetas a Pana. Diez minutos después de arrancar, empezó una llovizna que terminó en un diluvio. A la gente no parecía importarle, pero después de quince minutos de lluvia cortaron el recital, dejando a Babasónicos para el siguiente día.


Este es el fin de nuestra cobertura. La lluvia no paró en toda la noche y al llegar a donde nos estábamos quedando, un camping, nos encontramos con nuestra carpa inundada. Sin ropa seca, sin lugar para poder pasar la noche y con el miedo de que los equipos de fotografía se hayan estropeado por la tormenta bajo la que caminamos hasta llegar ahí, tuvimos que pegar la vuelta para nuestra ciudad la mañana siguiente.

Fotos: Marcelo Javier Moreno