#Vueltas “El fuego es la representación de la pasión con la que hacemos todo esto”

Sangre/Fuego la segunda producción discográfica de Vueltas, se dio a conocer hace tan sólo un mes a través del ciberespacio. Sin embargo, antes de la presentación oficial del álbum, Agustín Cuenca, el cantante, se tomó un rato para conversar con CLV y contarnos un poco sobre el proceso de producción que tuvo este nuevo hijo, la influencia que ejercen sobre la banda ciertos personajes peculiares y la fecha que se les viene el próximo 7 de Julio en Auditorio Oeste, Haedo.

– ¿Cuál fue la respuesta de la gente ante la salida de «Sangre/Fuego»?

Agustín: Yo creo que la gente lo recibió con mucha energía. Nos hicieron sentir que había muchas ganas de escuchar nuevas canciones y, a su vez, saber qué línea iba a seguir esta banda y hacia donde apuntábamos con la música y los ritmos. Por el poco tiempo de vida que tiene en las redes sociales y las críticas de los colegas, creemos que fue bien recibido. Se renovó en varios aspectos y eso mantiene vivo el avispero siempre. Falta el proceso de aquellos que todavía disfrutan de tener el material físico y disfrutar de la obra completa. Y ni hablar de aquellos que saben que en vivo vamos a salir a defenderlo con todo.

– ¿Quedaron conformes con el resultado final? ¿Qué balance podrías hacer sobre el proceso de grabación?

Agustín: Personalmente me siento conforme con el resultado final. Siempre quedan cosas dando vueltas que uno cree que podría haber mejorado, o el «por qué no le agregamos esto o le sacamos aquello». Si no existieran esas constantes ganas de superarse y mejorar, creo que todo perdería sentido, y eso, por suerte, ya se volvió una costumbre para todos. En líneas generales, se propuso un trabajo desde el comienzo de la pre-producción y se llevó a cabo a raja tabla. Desde la producción, nos exigieron al máximo y la banda intentó responder al 100% en todo.

– ¿Cómo fue el armado de las canciones que integran el disco?

Agustín: Generalmente suelo componer la gran mayoría de las letras, pero siempre mantuvimos eso de que cualquiera podía proponer. Somos muchos en Vueltas, y hay mucho respeto por la canción. En este disco, hay temas de distintos integrantes, como en el otro, y el proceso fue básicamente el que solemos utilizar siempre: uno lleva una idea, puede ser una música o una letra y expone ante el resto, después entre todos le vamos dando forma. No tenemos una única manera de armar canciones. Este disco tuvo la nota de que fue creado en poco tiempo. Fue fundamental la decisión que tomamos de irnos un fin de semana todos juntos a una quinta, donde estuvimos día y noche armando temas, ensayando y proponiendo ideas. Ahí estuvo la clave para ir cerrando el armado de las canciones. Si bien algunas fueron hechas a dupla, todos formamos parte de cada uno de los temas.

 – ¿Qué mensaje intenta transmitir el título «Sangre/Fuego»?

Agustín: El mensaje del grupo es constante. El fuerte nuestro está en las canciones y en nuestras presentaciones en vivo. Ahí es donde sentimos que le dejamos algo a alguien. La idea del título fue encerrar con dos palabras simples, pero a su vez fuertes y concretas, abrir el juego. Cada una, por separado, representa mucho y suelen utilizarse en varios ámbitos de la cotidianidad. Suelen representar el sacrificio, la pasión, el amor, la melancolía y los huevos que uno pone a las cosas. Bueno, los que nos conocen, saben que desde que empezamos nunca nos sobró nada, pero tampoco nunca nos faltó ninguna de esas características. Y el resultado final del disco nos representaba a morir eso. Tanto que hasta lo grabamos a piel.

 – ¿Sienten que en las venas de Vueltas fluye fuego en vez de sangre?

Agustín: No, hoy corre a pleno sangre. Es con la que bombeamos cada cosa que nos proponemos desde que nos conocemos y desde el día que dijimos de tomarnos en serio esto de tener una banda, de dar un mensaje, de invertir gran parte de nuestras vidas en un proyecto. Hay que tener sangre para animarse a llevar adelante todo esto sin caerse en el intento. El fuego es la representación de la pasión con la que hacemos todo esto. Son dos complementos que se unieron, en nuestro caso, para poder sacar a la luz lo nuevo.

 – ¿Cuál es su relación con Tito Fargo y cómo fue la participación en el disco?

Agustín: Mediante personas en común. Esta vuelta navegamos en la búsqueda de querer trabajar el material de otra manera, por así decirlo, «más profesional». Y el primer paso era dar con un productor. Después de algunos intentos llegamos a combinar con él. Se metió de lleno en el trabajo y nosotros nos guiamos por sus laburos anteriores, agregando la cuota de saber que conociendo a Tito, lo más probable era que no falte ese punto de rock que él le pudo agregar, desde su experiencia, a nuestras guitarras y, en mi caso, a la interpretación.

PH: Luguedo

 – La masterización estuvo a cargo nuevamente de Edu Pereyra pero, esta vez, en los Estudios Romaphonic. ¿Qué cambios sentís en cuanto a la calidad de un estudio a otro o consideras que es más importante la persona que la maquina?

Agustín: En este caso, creo que van de la mano. La posibilidad de contar con toda la sabiduría de Edu nuevamente, nos daba la tranquilidad de saber qué disco podíamos llegar a escuchar. Y la calidad de las máquinas con las que cuenta ese estudio hoy en día. Era el empuje que le faltaba al disco anterior, tanto en la parte técnica como de audio.

 -Si retrocedemos en el tiempo a la época de Brindis cantado, recordamos la grabación de Palabra Santa con Maxi Palermo. ¿Creen que es un pilar fundamental dentro de la banda? ¿Qué sienten por ese cantante con Latido Artista?

Agustín: Maxi, es un gran músico, un amigo. Nos lleva algunos años de ventaja dentro de la música y el ambiente e, inevitablemente, por su talento, hace que se haya vuelto muchas veces un gran consejero y compañero de escenarios. De pibes, seguimos sus grupos de rock y, claramente, tanto él como sus bandas fueron una fuerte influencia para Vueltas. Personalmente, ya que ocupamos la misma posición dentro de nuestros proyectos, siempre lo tuve muy allá arriba, porque siempre sentí gran admiración, tanto por su forma de expresar las canciones, como de moverse dentro de las bandas y su personalidad como cantante. Siempre estuvo ahí dándome una mano, dentro y fuera de la música, y en «Brindis cantado» fue como un profesor para mí.

Maximiliano Palermo es un artista oriundo de los mismos pagos de Vueltas. Lideró bandas como La Petisa y El Brote que, a pesar de no haber llegado a la masividad, dejaron marcas en cada uno de sus seguidores. En la actualidad, continúa su carrera dentro de un proyecto solista llamado Albatros.

 – Vuelven al Auditorio Oeste para presentar Sangre/Fuego. ¿Cómo se están preparando para el show?

Agustín: Siempre creemos que cada show tiene su historia. Suelen ser muy particulares y siempre tratamos de que la gente se lleve más que un espectáculo musical, tratando de hacer valer el precio que pueda tener la entrada. En este caso, el show es especial porque se trata  del lanzamiento de nuestro segundo disco y el condimento es que lo hacemos en un escenario grande, en un boliche que está bien posicionado en nuestro barrio, y que las canciones son nuevas. Estamos ansiosos y cargados de emociones. Lo preparamos como siempre, laburando mucho y corriendo todos en el equipo para que podamos dejar una huella por donde pasamos. Se está haciendo un trabajo de prensa importante y nuevo para nosotros, al que no estábamos acostumbrados, pero tomándolo con responsabilidad y muchas ganas. La gente siempre es parte de nuestro espectáculo y nos estamos moviendo mucho para que ellos se diviertan como siempre.

 -¿Cuáles son sus planes para el resto del año?

Agustín: Tenemos armado un mini cronograma de cómo continuamos luego del show en Auditorio. La idea es llevar a cada rincón que podamos este nuevo trabajo. Seguramente y, dependiendo de como nos acompañe el público en lo que queda del año, nos brindaremos a tocar mucho y tratar de hacernos fuertes en cada lugar que nos presentemos.

 -¿Qué significa Vueltas en su vida?

Agustín: A lo largo de nuestras vidas, Vueltas fue muchas cosas. Ocupa gran parte de nuestros días. Hoy, la banda es más familia que nunca. Crecimos nosotros y, a su vez, nuestra amistad. Tanto en lo musical como en lo personal, esto ya dejó de ser solamente el juego de juntarnos a tocar un rato y pasó a ser nuestra voz, nuestra forma de comunicar, nuestra personalidad y nuestra condición. Cada uno debe tener una respuesta diferente sobre lo que puede llegar a ser la banda en su vida. Personalmente, el sueño se hizo real y es muy difícil escapar de él.

Para el que desconoce, Vueltas es parte de este nuevo aire dentro del rock y, de a poco, va pidiendo pista. Este grupo de amigos se transformó en una banda de rock que, paso a paso, va en busca de sus sueños. Es lo que la vida les arrastra a sentir. 

Ph: Romina Soledad y Luguedo